Alrededor de 150 trabajadores de una obra en construcción de la empresa PARACEL presentaron síntomas de intoxicación tras la ingesta de alimentos en mal estado. Los cuadros más graves fueron derivados a urgencias del Hospital Regional del Instituto de Previsión Social (IPS) de Concepción. Según el informe médico, en total fueron atendidas 45 personas. Dos de ellas en estado de shock por los vómitos y diarrea persistentes.
El hecho ocurrió el pasado viernes 14 de junio y adquirió visibilidad pública a través de la cobertura de medios de prensa. Sin embargo, lejos de ser un caso aislado, esta intoxicación masiva representa apenas una pequeña muestra de las irregularidades y precariedades en que se encuentran los trabajadores que prestan servicios de manera tercerizada para la multinacional.
Entre agosto y diciembre del año 2023 el Centro de Estudios Heñói entrevistó a trabajadores de construcción de la futura planta, operarios que prestan servicios en las plantaciones de eucaliptos, entre otras áreas, todos ellos coincidieron en el malestar respecto a la alimentación proveída. Mencionaron recibir alimentos poco nutritivos, insuficientes para hacer frente al gasto energético que implica el tipo de trabajo que realizan e incluso en ocasiones comidas en mal estado. Manifestaron también haber recibido maltratos y abuso de poder por parte de sus encargados cuando reclamaban o se negaban a consumir estos alimentos.
Al ser consultado sobre las afecciones de salud más frecuentes entre los operarios de plantaciones uno de ellos refirió que la principal dolencia es estomacal:
…la mayoría de las veces estomacal, por el tema de la comida, al menos para los que no trabajan en la parte de fumigación. Pero el tema es la alimentación, porque no es del día la comida”
Operario de las plantaciones
Sobre el tipo de alimentación que reciben emergieron este tipo de testimonios:
“En su mayoría fideo o arroz con algunas pequeñas porciones carne, a veces cocinan vorí vorí de pollo, pero con carne que expide un mal olor. Alimentos que huelen mal, en mal estado, nada de fruta. A veces traen pero no nos dan. Reclamamos, pero nadie atiende nuestros reclamos”
Operario de las plantaciones
Almuerzo provehído a trabajadores de PARACEL visiblemente en mal estado y poco apetecible. Foto: Gentileza
“…muchas veces no comíamos, lo tirábamos todo porque era incomible”; “la mayoría de las veces daban pollo, fideo y arroz, pero no siempre estaban en buenas condiciones, no era rico”; “muchas veces abrías el pollo y no estaba cocinado, sangraba”
Grupo de ex operarios de plantaciones 2
“…muchas veces comíamos recién al volver a nuestras casas después de la jornada laboral”
Grupo de ex operarios de plantaciones 3
Estos trabajadores afirmaron también haber realizado quejas formales en varias ocasiones ante los encargados de la empresa Paracel sin que la situación haya cambiado.
Condiciones en la que los trabajadores se alimentan diariamente. Foto: gentileza
Paracel dice dar trabajo, pero no da la cara
La subcontratación y la tercerización son instrumentos de flexibilización y precarización laboral. La empresa principal que demanda la contratación de determinados servicios recurre a las empresas tercerizadas para evadir cualquier tipo de responsabilidad legal sobre el trabajador y evitar que su imagen corporativa se vea dañada en caso de que las irregularidades o prácticas de abuso y explotación laboral que internamente permiten y encubren, salgan a la luz.
Los empleos que ofrece Paracel a la comunidad en su mayoría se dan a través de este tipo de contratos. Empresas tercerizadas cuyos empleos resultan riesgosos, con contratos inestables, salarios por debajo de lo establecido, sin pago de horas extras, de sobreexplotación y en ocasiones en condiciones de semi esclavitud.
En este caso particular de intoxicación, la falta de control de calidad de alimentos evidencia la falta de cuidado y responsabilidad tanto de las empresas proveedoras como las contratistas sobre la seguridad alimentaria. Un círculo de evasión de responsabilidades y negligencias que se cierra al poner en riesgo la salud de los trabajadores.
Las cifras de estos empleos indirectos generados son ampliamente publicitadas como parte de los supuestos beneficios y el desarrollo que la empresa dice llevar con su instalación al departamento de Concepción. Cifras que sirven para el discurso de progreso que vende la empresa pero que sin derechos laborales en la realidad efectiva no están mejorando la calidad de vida de nadie.
Cabe mencionar que Paracel se encuentra sujeta a una política de “Sostenibilidad Ambiental y Social” por parte del BID Invest, quien podría proveer un crédito de inversión, dónde se establecen 8 normas de desempeño (normas IFC). El caso en cuestión evidencia el incumplimiento de la norma 2: “Trabajo y condiciones laborales”