Una razón más para que los bárbaros odien a la Unión Europea
La Unión Europea sancionó el martes 6 de diciembre una nueva ley que exige que las empresas que venden materias primas (soja, aceite de palma, carne vacuna, café, madera, entre otros), y derivados (carbón, muebles) en el mercado de la Unión Europea, deberán presentar una declaración de diligencia debida que demuestre que se produjeron en tierras que no fueron deforestadas después de 2020, y que sus cadenas de suministro no contribuyen a la deforestación.
También deberán demostrar que se han respetado los derechos de los pueblos indígenas durante la producción de los productos. La consecuencia del incumplimiento es la exposición a multas de hasta el 4% del volumen de negocios de una empresa en un país de la UE
Es una gran noticia. Si bien la soja en Paraguay se planta en territorios que fueron deforestados hace mucho tiempo, la nueva norma europea implica una piedra grande en el camino de la destrucción ambiental, por varias razones que venimos a detallar.
- La norma implica reconocer que los mercados de materias primas son un motor de la deforestación en los países periféricos, lo que pone a esas materias primas -o commodities- en una posición más criticable
- La norma obligará a las empresas exportadoras a pagar más por certificaciones, y obligará a sincerar el origen de las partidas, algo que hoy no sucede dado el festival de irregularidades que suceden en el Mercosur.
- La exigencia de la Unión Europea impacta directamente en la venta de carne producida en el Chaco paraguayo, que sigue deforestándose aceleradamente. Paraguay está en el puesto número 11° en el mundo en superficie deforestada, lo que es más impresionante si lo consideramos en términos relativos, ya que los primeros puestos de este trágico ranking están en manos de países enormes, como Rusia, Brasil, Canadá y Estados Unidos.
- Igualmente, la norma impacta en la venta de cuero y carbón chaqueño, producido directamente a partir de la deforestación de especies tan valiosas como quebrachos, algarrobos o palosantos.
La deforestación es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero que impulsan el calentamiento global y la crisis climática, y sus efectos directos incluyen la desaparición de especies, la pérdida de fuentes de alimentos y medicinas para pueblos de bosques (como los pueblos originarios que aún habitan nuestro país), la pérdida de fuentes de agua limpia, la pérdida de suelos, la elevación de temperaturas. La deforestación debería ser considerada hoy un acto criminal contra la especie humana en su totalidad.
El negociador principal del Parlamento Europeo, Christophe Hansen, expresó “Espero que esta normativa innovadora impulse la protección de los bosques en todo el mundo y sirva de inspiración a otros países en la COP15”. Decimos nosotros: ojalá que este nuevo aporte a la lucha contra la deforestación ayude a abrir la mente de nuestros ganaderos y productores agrícolas de gran escala, para que comiencen a comprender la irresponsabilidad que implican sus prácticas en la extinción de la especie humana.
Foto: Gentileza Iniciativa Amotocodie.
Material libre para su difusión citando la fuente.