
El pasado martes, diversas organizaciones latinoamericanas y caribeñas agrupadas en la Campaña Global por la Justicia Climática – DCJ (por sus siglas en inglés), quienes se encuentran participando en la Cumbre Sobre el Clima (COP28) en Dubái, mediante una conferencia de prensa, sentaron postura y un fuerte cuestionamiento a las negociaciones que se vienen dando. Denuncian que los acuerdos no están encaminados a soluciones reales para la justicia climática y forman parte de una agenda impuesta por el norte global.
En este sentido, cuestionaron la aprobación del “Fondo de Reparación y Daños”, que contará con unos 700 millones de dólares, afirmaron que dicho fondo no está basado en la justicia climática, no apunta a la reducción de emisiones ni a la protección de la naturaleza, puesto que al constituirse a partir de donaciones, niega la responsabilidad histórica de los países emisores y convierte a las comunidades afectadas en receptoras de caridad. Cuestionaron también que dicho monto no asciende ni al 0,3% de todos los daños ocasionados por este sistema basado en la quema de combustibles fósiles. Esto lo define como injusticia y no corresponde al derecho.
También denunciaron que mientras anunciaban la creación de este fondo, irónicamente mas de 2400 personas se inscribían a la COP28 bajo la denominación de “lobistas de combustibles fósiles”.
Por otro lado, también advirtieron sobre la falta de avances en cuánto a reducción de emisiones, las falsas soluciones ambientales y el peligro que representan tecnologías como la “captura y almacenamiento de carbono”, la explotación de distintas fuentes de agua para la producción de hidrógeno “verde” o la presentación de recursos marinos como sumideros de carbono. Si bien, estas tecnologías están mal planteadas en todo el mundo, son aún peores para América Latina puesto que están conectadas a compensaciones para el norte global y no para nuestros países.
Como síntesis se enfatizó en que estos “acuerdos”, impuestos por el norte global, consisten en prolongar este sistema históricamente injusto para nuestros países, donde no existe un programa efectivo para la reducción de combustibles fósiles ni una transición energética orientada a la justicia y respetando la debida consulta a los territorios. También se sostuvo la importancia de seguir fortaleciendo la articulación de un movimiento popular por la justicia climática.
Vea la conferencia completa en el siguiente enlace: