Esas cosas raras que pasan

De manera sigilosa, el Ministerio de Agricultura y Ganadería presentó la actualización de los datos del Censo Agropecuario Nacional (CAN), así como también aprobó la liberación del trigo transgénico HB4. Entre tantas omisiones y discreciones, lo que sí queda a la vista es que la prioridad sigue siendo el agronegocio.

En 2019 el ministro de agricultura Denis Lichi había firmado una resolución[1] que modificaba un inciso de otra resolución que reglamentaba un decreto. El objetivo era por lo menos sospechoso de irregular: que la liberación de los organismos genéticamente modificados que “han sido evaluados en terceros países y que cuentan con un historial de uso seguro y familiaridad en los aspectos científicos y técnicos”, puede saltarse las evaluaciones; es decir: si en otros países hacen barbaridades, les copiamos y ya ¿Las evaluaciones de aptitud, inocuidad u oportunidad? No importan ¿El impacto en la salud de la población? Bien, gracias ¿La soberanía? ¡Eju lunes!

Por supuesto, muy poca gente sabe que así se toman las decisiones en estos gobiernos. Y adivinen quién hizo esta recomendación a la Comisión Nacional de Bioseguridad: el “experto” de la Universidad Nacional de Asunción que participa de la Comisión, es decir nuestra ya conocida Rosa de Cristaldo, esposa del titular del autodenominado “Gremio de la Producción”, Héctor Cristaldo.

Esta decisión lleva 4 años en vigencia. Y sin embargo no deja de sorprender la liberación del trigo genéticamente modificado HB4 ¿Y cómo lo liberaron? Por supuesto, entre gallos y medianoche, por medio de una resolución que no han publicado[2], y que ni siquiera firmó el propio ministro Bertoni, sino su viceministro de ganadería. Quienes sí celebran esta decisión son los gremios de la producción, especialmente la Unión de Gremios de la Producción (UGP). Los argumentos a favor de esta liberación son principalmente que “aumenta la competitividad del agro paraguayo” (es decir, “ese” agro, el que fabrica dinero y no alimentos), y que “trae nueva tecnología”, ya que es resistente al glufosinato de amonio y no al glifosato. ¡Oferta! ¡Venga y cómase un pancito con glufosinato!

El trigo HB4 es resistente al herbicida glufosinato de amonio, un agrotóxico 15 veces mas potente que el glifosato. Foto: Gentileza

Por otra parte, Global Forest Watch (GFW) publicó su informe anual sobre deforestación, basado en la investigación de la Universidad de Maryland. Por más que el gobierno y los gremios de la producción pretendan dibujar los números para intentar hacernos creer que hay deforestación cero, las imágenes satelitales no mienten: Paraguay sigue perdiendo bosques a un ritmo acelerado.

Del 2001 al 2022, Paraguay perdió 6,77 millones de hectáreas de cobertura arbórea. Solamente en 2022, se deforestaron 217 mil hectáreas, y de estas, 152 mil fueron para la producción de commodities y 48 mil para cambio de uso agrícola (o sea, más producción de commodities). En las últimas 4 semanas GFW detectó 134.261 alertas de deforestación, el 57% de las cuales fueron en tres departamentos: Presidente Hayes, Boquerón y Alto Paraguay[3].

Entre las cosas raras que vemos, nos toca mirar la presentación de los resultados del Censo Agropecuario Nacional (CAN) 2022, que ¡al fin! actualizaron. El último había sido en 2008. Bertoni estaba muy contento presentando los resultados, especialmente celebrando algunas cifras: el incremento de la mecanización (cada vez más tractores quemando combustibles fósiles, sustituyendo al trabajo humano agrícola); la duplicación de la superficie forestada (puros eucaliptos secando humedales, para luego ser quemados en sus silos), o la gran cantidad de fincas agropecuarias indígenas individuales, no comunitarias. Es decir, para este ministro es una victoria ir al fin quebrando la identidad y la historia de nuestros pueblos originarios. La crueldad de Pizarro queda hecha una sombra al lado de este conquistador.

El Censo Agropecuario trajo otros datos llamativos. La superficie total censada disminuyó en 685.000 hectáreas, en un periodo de 14 años donde hubo una gran deforestación y cambio de uso de suelo, es decir, se expandió la frontera agropecuaria, ¡Algo no cierra! En relación a la distribución de tierras, hubo muy poca variación, lo que indica que la enorme concentración de tierras sigue tan vigente como antes. Lo que sí aumentó en un 35%, son los minifundios atomizados, de menos de una hectárea de superficie, lo que refleja la partición de las pequeñas fincas al no encontrar caminos para acceder a nuevas tierras.

Sobre empleo agropecuario presentaron datos de forma tendenciosa y confusa. Mientras que entre hombres cayó un 22%, en mujeres aumentó 75%, pero este incremento se da por un cambio metodológico, pues incluyeron ahora el trabajo doméstico de la casa, lo que explica el 75% del incremento mencionado.

Presentación de los resultados del CAN 2023 en el Banco Central del Paraguay. Foto: ARP

En el país del revés, los alimentos caen mientras los commodities de exportación aumentan. Los cultivos que más crecieron fueron la soja, maíz, trigo y arroz con riego, todos mecanizados destinados mayormente al mercado externo. En contrapartida, el principal rubro campesino en las últimas décadas, la mandioca, cayó en superficie un 9%, en 14 años en que la población aumentó, así como las necesidades alimentarias. Los aumentos de hortalizas presentados siguen siendo marginales, dado el enorme contrabando e importaciones que se mantienen gracias a esa poco disimulada alianza público privada existente. Una baja cobertura de asistencia técnica y crediticia es otro dato del censo.

El CAN 2022 refleja una vez más, la exclusión campesina e indígena, así como el control sobre el MAG por parte de los gremios empresariales. En el comité técnico del censo solo fueron incluidos éstos últimos, que controlaron el diseño, procesamiento y presentación del mismo. La presentación de Bertoni y Abdo en el auditorio del BCP, estuvo repleta de representantes de la UGP y afines, y vacía de organizaciones campesinas e indígenas ¡Conste que la existencia y los derechos de éstos últimos tienen rango constitucional! Pero para Bertoni y su jefe, el presidente de la UGP, ellos no existen.  

Nuestro país no termina de estallar, todavía. Esas cosas raras que pasan.


[1] Resolución 1030, del 23 de agosto de 2019. Disponible en https://conbio.mag.gov.py/media/ckfinder/files/RES.N1030%20DE%2023%20DE%20AGOSTO%20DE%202019Liberacion%20Comercial.pdf.

[2] La primera referencia a esta liberación comercial la publicó la propia Unión de Gremios de la Producción UGP (Disponible en https://www.ugp.org.py/2023/06/23/biotecnologia-hb4-mejorara-la-competitividad-de-la-produccion-nacional/). Más tarde Última Hora menciona la Resolución MAG 556/23 que no está publicada ni en el portal de Inbio ni en la página del MAG.

[3] Fuente: https://www.globalforestwatch.org/dashboards/country/PRY/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *